Trabajar para clientes particulares tiene sus pros y sus contras. Entre los aspectos positivos está el hecho de que no dependes de un solo cliente importante, algo que puede suceder cuando trabajas para empresas. Pero entre los aspectos negativos también hay unos cuántos.
Una cantidad importante de clientes son del tipo ‘desconfiado’. Siempre está a la defensiva y nunca sea fía de nada. Yo me he transformado en un cliente de este tipo al tener algunas malas experiencias. Por ejemplo, arreglando aparatos electrónicos o el ordenador. Por suerte, ahora acudo a una tienda de servicios mantenimiento informatica Madrid que conocen el significado de ‘trabajo bien hecho’. Pero, como todos sabemos, no es lo más habitual…
Mi primera experiencia con un incompetente fue cuando yo era un adolescente. El video de casa de mis padres se había estropeado. Era una Panasonic bastante caro y relativamente nuevo. Además, era parte fundamental de mi tiempo ocio (estábamos en la época de gloria de los videoclubs y el VHS).
Así que mi padre hizo venir a un ‘técnico’ de una tienda especializada que había cerca de casa. Llegó, vio y venció. Nos cobró 5000 pesetas. Pero al día siguiente el video ya no funcionaba otra vez. No nos hizo factura (mea culpa) y se hizo el sueco. Se quedó con los ‘5 talegos’ y no hizo nada. Yo debía tener unos 11 o 12 años pero descubrí que hay que estar siempre alerta ante la incompetencia del vecino. Fue curioso porque, años más tarde, el ‘técnico’ empezó a aparecer cantando en la televisión local. Era un tipo extraño…
Una vez que yo empecé tomar las riendas con el arreglo de los aparatos electrónicos ya había aprendido bastante. He desarrollado una desconfianza que quizás es excesiva. Pero de momento no lo puedo evitar. Cada vez que hay que arreglar algo siempre estoy pensando en que me la van colar… Pero la realidad es que también hay profesionales en cualquier negocio como la tienda de servicios mantenimiento informatica Madrid a la que voy a ahora.
¿Cómo distinguir un profesional de un incompetente? Es fácil, yo he desarrollado ya un sexto sentido para estas cosas. Si te vende humo, desconfía…