Te has preguntado alguna vez que leche no tiene lactosa. Si es así, a buen seguro que tienes alergia o intolerancia a este componente. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo alergia que intolerancia. Los síntomas de la alergia pueden ser urticaria, erupción cutánea o trastornos digestivos, mientras que la intolerancia solo se expresa a través los problemas digestivos.
La lactosa es un azúcar que está presente en todas las leches de los mamíferos. Y la lactasa por su parte es una enzima producida en el intestino delgado, que juega un papel vital en el desdoblamiento de la lactosa en sus dos azúcares simples. El problema viene cuando el cuerpo no tiene suficiente lactasa y la lactosa no es digerida por completo ocasionando diversos problemas digestivos.
¿Hay más intolerantes a la lactosa ahora que hace unos años? Eso parece, aunque los expertos no terminan de ponerse de acuerdo en dilucidar sus causas. La realidad es que en la actualidad son muchas las personas que han decidido dejar la leche de origen animal al darles problemas.
Por suerte, ya no debemos buscar mucho ni preguntarnos que leche no tiene lactosa. Muchas empresas de alimentación, sobre todo las vinculadas a la industria láctea han comprendido que deben seguir ofreciendo servicio a las personas con alergias e intolerancias. Así es como surgen las leches sin lactosa entre las que debemos destacar las leches vegetales.
Los puristas coinciden en que no son estrictamente leche ya que este término solo debería aplicarse a la leche procedente de los mamíferos. Llamémosle leche o bebida vegetal, la realidad es que casi todas las empresas del sector cuentan en su catálogo con una gran oferta de este tipo de productos.
Por otro lado, también hay cada vez más consumidores que eliminan la leche animal de su dieta aunque no tengan problemas digestivos. Algunas voces alertan de que el ser humano es el único animal que continúa tomando leche una vez completado su desarrollo físico aduciendo a que se trata de un comportamiento ‘contra natura’. De cualquier forma, ya podemos seguir bebiendo ‘leche’ sin lactosa y olvidarnos de los problemas.