- Las peluquerías. Fueron uno de los primeros sectores en acomodarse a gran crisis financiera mediante el método Low Cost. Los profesionales del gremio sabían bien que la gente, en época de apretarse el cinturón, una de las primeras cosas a las que renuncian es a acudir a una peluquería. Pero si consiguen que teñirse el pelo en sus instalaciones cueste solo un poco más respecto a ponerse el producto en casa, la gente lo tiene claro.
El éxito de estos establecimientos ha sido tan grande que se han mantenido en vigor durante más de una década y siguen gozando de gran aceptación.
- Los supermercados. Existen dos tipos diferentes de supermercados low cost. Por un lado están los supermercados especializados en marcas blancas o que no son tan conocidas y que consiguen que la cesta de la compra sea mucho más económica gracias al ahorro que el consumidor obtiene al renunciar a las marcas habituales.
Por otro lado, en los últimos años han aparecido en nuestro país algunas tiendas de cadena de supermercado Low Cost especializado en marcas, que ofrecen marcas muy conocidas pero a precios muy inferiores a los habituales. Lo consiguen trayendo partidas de otros países o comprando, por ejemplo, excedentes de cosmética cuando se cambia la presentación o el formato.
- Los parkings. Los parkings baratos dan respuesta a una necesidad y a un reclamo que los consumidores llevaban realizando desde hacía ya mucho tiempo, en especial en los aeropuertos. Surgen así soluciones como un parking low cost t4 barajas para que quienes quieren acudir al aeropuerto en su vehículo, puedan hacerlo sin gastarse un dineral y dejando su coche perfectamente seguro.
Ya llevan tiempo trabajando en toda España y cada vez son más los consumidores que lo conocen, tras vencer la reticencia inicial. Porque en este caso, low cost no es sinónimo de menor calidad, por el contrario, los servicios de estos parkings están a la altura de los más exigentes.
- Las tiendas de ropa de marca. Muchas tiendas de ropa de marca se anuncian como Low Cost y arrasan. En algunos casos no son más que los outlets de toda la vida pero con un nombre más atractivo.
En este tipo de tiendas se venden prendas de marca pero que pertenecen a otras temporadas y que por ese motivo tienen unas importantes rebajas. Una vez que salen los nuevos modelos, los anteriores ya quedan desfasados y se venden por mucho menos dinero.