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- Un coche. Los coches son algo que, nada más comprar, bajan de valor. Por eso es frecuente que muchas personas recurran a la segunda mano. De esta manera, compran un coche semi-nuevo por mucho menos dinero o incluso pueden permitirse un modelo con más prestaciones y mejores acabados. Una alternativa muy buena para quienes no quieren un coche usado pero sí que desean un ahorro, son los vehículos de kilómetro cero, que son aquellos que están matriculados por los concesionarios y que no pueden venderse como nuevos, incluso si no se han conducido nunca.
- Una vivienda. Algunas personas creen que un piso nuevo es mejor que uno usado porque va a estar en perfectas condiciones. Sin embargo, es frecuente que, dentro de nuestro presupuesto, podamos optar a un piso de mucha más calidad si nos vamos al mercado de segunda mano. Con el mismo dinero, podemos comprar un piso nuevo con ciertas calidades o en determinado barrio o un piso mejor, pero que ha sido utilizado. Y no tenemos por qué escoger un piso viejo, un piso de veinte o incluso treinta años no es un piso antiguo, especialmente si es de muy buena calidad.
- Una autocaravana. Si echas un ojo al mercado de autocaravanas segunda mano galicia vas a descubrir que hay muchas ofertas que te pueden convencer. Si compras la autocaravana a un profesional del sector pagarás un poco más que si lo haces a un particular pero, al igual que pasa con los coches, tendrás más garantías. Muchas personas compran una autocaravana y deciden cambiarla porque prefieren una con más prestaciones o porque el número de miembros en la familia ha variado y necesitan un modelo más ajustado a sus nuevas necesidades. Por eso, siempre hay un mercado bien nutrido de vehículos.
- Un vestido de fiesta. Este tipo de vestidos son muy caros y, por lo general, no los usamos más que en una ocasión. A no ser que tengamos una vida social muy ajetreada, un vestido de fiesta de esos que son para ocasiones muy especiales, se pone en contadas ocasiones y casi siempre en los mismos círculos sociales, por lo que no merece la pena comprarlos nuevos. Los de segunda mano son mucho más baratos y hay un gran mercado. Además, una vez que lo uses, puedes volver a venderlo por lo que te saldrá todavía más económico.