La alimentación de bebé suele ser un tema que preocupa mucho tanto a la madre como a las personas que le rodean. A veces, se convierte incluso en una obsesión. Todo el mundo parece que tenga algo que decir sobre la forma en que se alimenta a los niños: si se debe o no dar el pecho, si es mejor alimentar a petición o poner horarios, si estará comiendo o no lo suficiente…
Lo cierto es que no debería de haber tanta presión sobre la madre en un tema que realmente es muy sencillo: si el niño crece como es debido, sin engordar en exceso y sin quedarse por debajo de su peso es porque está comiendo correctamente y lo que necesita. Y eso es todo lo que se necesita saber.
El exceso de presión lleva a muchas madres a dejar de dar el pecho porque por este método es imposible medir la cantidad de leche que el niño toma. Un error que no se cometería si todos los que rodean a la mujer se abstuvieran de actuar como profesionales de la alimentación infantil.
Los artículos de nutrición infantil como las leches, los potitos o las papas son bastante fáciles de medir conforme a lo que dicen sus cajas: Tantas cucharadas de producto o determinado tamaño de potito en función de los meses del niño. Pero las personas no siempre respondemos a las fórmulas matemáticas.
El desarrollo de los niños no tiene por qué ser siempre igual y para algunos la dosis marcada puede ser excesiva, mientras que otros se queden con hambre. Por eso es importante atender a lo que el bebé pide. El pediatra nos indicará si el niño puede estar creciendo demasiado lento y necesitar otro tipo de alimentación.
Es importante señalar que no siempre se trata de comer más, sino de comer alimentos más enriquecidos para que aporten todo lo que el niño necesita. Obligar a comer a un bebé puede acabar causando un rechazo por la comida que lleve a que en el futuro tenga muchos problemas a la hora de alimentarse.
No olvides que tu pediatra es el único que puede ayudarte y aconsejarte en temas de alimentación infantil y que en lo que se refiere a otras madres y familiares, tu criterio es igual de válido que el reto y muchas veces no es más experto por haber criado a más niños.