Unos pendientes clásicos. Si quieres comprar unos pendientes buenos y que combinen con todo, lo ideal sería tener unos más largos y otros tipo botón. Pero si solo vas a comprar unos, entonces te recomendamos los que tienen un tamaño mediano y cuelgan ligeramente, ya que son mucho más favorecedores. Pueden ser unos pendientes de perla lágrima o pueden ser unos pendientes de oro con algún tipo de piedra que guste especialmente. Se trata de que destaquen un poco sin ser llamativos en exceso, pero tampoco tan discretos como unas pequeñas circonitas o unas perlitas, tal vez demasiado infantiles.
Un anillo de alta calidad. Hay sortijas que son para lucir en ocasiones especiales, aquellas con grandes piedras o con formas trabajadas. Y hay anillos sencillos, poco más que alianzas, que son para todos los días y que le aportan mucha elegancia a la mano. Hacen que unos dedos largos y bonitos se vean todavía mejor y que unas manos un poco menos agraciadas tengan su aquel. Una buena opción son los anillos de platino, que por su calidad y su tonalidad resultan fáciles de combinar y que no solo no pasan de moda, sino que su precio no va a bajar, por lo que es una buenísima inversión.
Un collar corto de perlas. Un clásico que jamás pasa de moda. Por eso, vale la pena gastar en unas perlas de calidad que hagan justicia a cualquier vestido y ocasión y que nunca se pongan feas. Unas perlas buenas se diferencian por su belleza y por el tono que tienen, que no se imita con otros materiales. Además, existen perlas de diferentes tamaños y si se elige un collar sencillo con perlas no muy grandes, no solo combinará mejor con cualquier outfit, sino que además no nos arriesgamos a que pueda verse desfasado.
Una caña de oro. Era la joya estrella en tiempos de nuestras abuelas e incluso antes. Las cañas de oro eran lo más de lo más y solían ser incluso regalo en fiestas de pedida de mano. Pero con el tiempo pasaron de moda. Ahora vuelven a ser tendencia, sobre todo las más sencillas, ya que su belleza no deja de ser atemporal y sienta bien a mujeres de todas las edades. Eso sí, mejor que no trate de modelos recargados a no ser que estemos hablando de una joya heredada.