Por más que los cincuenta sean los nuevos cuarenta, el cuerpo humano tiene generalmente una opinión distinta, que manifiesta en forma de achaques: dolencias de gravedad variable que evidencian el paso de la adultez a la vejez. Para sobrellevarlas y mantener un estilo de vida activo, es importante disponer de una póliza médica para mayores de sesenta y cinco años.
En Sanitas, Mapfre y otras compañías reputadas es posible encontrar una Oferta de seguro privado de salud senior adaptada a las propias necesidades. Para tomar una decisión correcta, se recomienda estudiar el listado de coberturas disponibles, así como su periodo de carencia, un plazo de espera que puede generar conflictos a corto plazo.
Una cobertura muy apreciada en clientes de la tercera edad es la medicina preventiva, con programas de monitoreo que tienen la finalidad de diagnosticar y de tratar precozmente cualquier enfermedad. Esta prevención no sólo reduce el riesgo para la salud del asegurado, sino que también aminora el gasto en intervenciones médicas.
La fisioterapia también ocupa un lugar destacado entre las coberturas de una póliza médica senior. Las caídas y luxaciones se incrementan con la edad, razón por la que los ancianos son un colectivo vulnerable que precisa fisioterapia traumatológica y neurológica, esta última para el tratamiento de esclerosis, párkinson y otros males.
El acceso a pruebas diagnósticas es una cobertura básica en cualquier seguro médico, y las pólizas dirigidas a personas de la tercera edad no son una excepción. Antes de elegir un producto asegurador, es importante revisar que incluye radiografías, analíticas de sangre, electrocardiogramas y análisis de orina, entre otros.
Lógicamente, la hospitalización y el acceso a servicios de urgencias es una prestación común en los seguros médicos más competitivos. Es prioritario que la póliza en cuestión disponga asimismo de un amplio cuadro médico. Así, el asegurado podrá elegir el especialista y el centro sanitario que mejor se adapte a sus requerimientos.