La verdura y la hortaliza congelada

El lugar que ocupan las verduras y las hortalizas en la dieta mediterránea es esencial. La bonanza del clima de los países mediterráneos ha facilitado durante siglos el cultivo de diversas hortalizas y verduras. Y pese a que el consumo de verdura fresca es siempre el deseado, en la actualidad no es posible en diversas circunstancias, especialmente en la hostelería que tiene que contar con mucho alimento almacenado para garantizar el servicio a los clientes. Es así como surge la necesidad de la congelación de las verduras y las hortalizas.

Ahora bien, entre los consumidores siempre surge la duda en relación al consumo de este tipo de alimentos congelados. ¿Es saludable tomar verdura congelada? Y la pregunta la trasladamos a una firma especializada en servir este tipo de alimentos siendo distribuidor de zanahorias congeladas entre otros muchos productos.

El aspecto decisivo que contribuye a asegurar la calidad de las verduras u hortalizas congeladas es la propia calidad del producto fresco. Tan simple como eso. Por eso las empresas del sector se afanan en conseguir los mejores productos frescos para ser congelados. Si el alimento es fresco y presenta intactas todas sus cualidades la diferencia a la hora de consumirlo, una vez descongelado, es mínima. Para ello, por supuesto, también debe darse otro factor: que el proceso de congelación sea adecuado y fiable.

Las empresas especializadas en la distribución de verduras y hortalizas deben asegurar que el producto fresco es de máxima calidad y que el proceso de congelado es el indicado. Si un distribuidor de zanahorias congeladas no está completamente seguro de que el producto recolectado cumple con sus controles de calidad debe evitar su congelación ya que no ofrecería al cliente el mejor servicio. 

Por eso, buena parte de las empresas que se dedican a la congelación, almacenamiento y posterior transporte de verduras congeladas trabajan en estrecha colaboración con las empresas de recolección. Lo ideal es congelar el producto en el mismo momento de la recolección o muy poco tiempo después, siendo la mejor forma de garantizar la calidad, opción que aplican la mayoría de empresas del sector.