LLEGAN LOS POSTRES

Un día mi madre me mandó al supermercado a buscar un bote de leche condensada pero no sabía muy bien que marca tenía que comprar, me sonaba asturiana lechera pero no sabía que estaba mezclando nombres. Al final acabé comprando una leche condensada que no era la que mi madre quería para hacer sus postres, pero no le quedó más remedio que aceptarla.

 

En mi casa normalmente se usa la leche condensada para hacer el flan, que es uno de los postres que mejor les salen tanto a mi madre y a mi tía. El flan tiene siempre tanto éxito que un día le pedí a mi madre que me hiciese uno para llevar de postre para una cena de mi cumpleaños y el hermano de uno de mis amigos que también vino a la fiesta quedó prendado de él. Siempre que hacemos una cena, da igual porque sea, el hermano de mi amigo siempre me pregunta a ver si he llevado un flan. Y siempre se lleva la misma desilusión, porque se me olvida decírselo. He tenido que decirle que para la siguiente cena le prometía que no me iba a olvidar de decirle nada a mi madre.

 

Ahora que llega la navidad vamos a poder disfrutar de unos buenos postres, ya que es cuando mi madre se pasa un poco de la raya haciendo diferentes postres para llevar a las cenas de nochebuena y de fin de año, menos mal que siempre ceno en el piso de debajo de mi casa, entonces no tengo que hacer demasiados viajes para bajar todos los postres que mi madre hace. Cada uno de mi familia tiene su postre favorito, a unos les gusta el flan, que ya os comenté antes, a otros les gusta una tarta de cerveza negra que tiene buena pinta pero que nunca he probado. Pero a mi la que de verdad me gusta es la tarta de coco, es la que me llevan haciendo para mi cumpleaños desde que era niño, ahora los hijos de mis primos también se la piden a mi madre para sus cumpleaños.