Preparar vieiras congeladas con todo su sabor

Las vieiras congeladas se pueden comprar de diferentes formas. Si se van a servir las vieiras como plato lo mejor es comprarlas en la concha, ya que esta será la presentación perfecta para el producto. Pero también se puede adquirir la carne limpia, la cual se usará para otras recetas y preparaciones.

Las vieiras congeladas son un manjar delicioso del que es posible disfrutar todo el año a un precio equilibrado. Un buen distribuidor de vieiras y zamburiñas congeladas para hosteleria puede proporcionar estos productos siendo de una gran calidad y con un sabor que no tendrá mucho que envidiar al del marisco fresco.

Para preparar las vieiras en la concha al estilo más tradicional de Galicia hay que dejar que el producto se descongele en la nevera, en un espacio específico para esto con rejilla que permita que el líquido caiga en la parte posterior. Cuando estén descongeladas, hay que limpiarlas en caso de que no vengan ya limpias. A continuación, se secan bien con un poco de papel de cocina.

En una sartén se prepara un sofrito con un poco de aceite y jamón picado. Cuando el jamón se selle se añade cebolla picada muy fina y se deja dorar a fuego lento. Cuando esté prácticamente listo, añade un poco de perejil y vino blanco de calidad. No uses vino de cocinar porque la receta no estará tan sabrosa.

Deja que se vaya evaporando un poco el alcohol y añade la carne de la vieira. Puedes dejar que se haga durante unos minutos, pero sin que se pase o se quedará dura. Por último, hay que preparar las conchas. Bien limpias se rellenan con la carne de la vieira y sofrito. Se añade por encima una capa de pan rallado.

Cuando todas las conchas estén listas se meten al horno hasta que el pan rallado se tueste y se presentan así, en la concha para que puedan degustarse. Algunas personas añaden tomate al sofrito, esto les da un gusto muy especial, pero hay quién considera que apaga el gusto del marisco, por lo que es opcional. Con tomate o sin tomate, estas vieiras estarán de rechupete y serán uno de los platos más solicitados en cualquier restaurante.

Además, se trata de una receta sencilla que jamás falla, sobre todo si eliges ingredientes de calidad, como el buen vino ya mencionado, cebollas dulces y un jamón sabroso.