Los dispositivos móviles son una herramienta extremadamente útil en nuestro día a día: podemos usar el smartphone o las tablets para realizar tareas para las que antes necesitábamos un ordenador, como leer o enviar correos electrónicos, realizar compras, hacer pagos o acceder a la banca online. Nos permiten tener acceso a toda la información que necesitamos en cualquier momento y lugar de una forma más inmediata, más cómoda.
UN SOLO MÓVIL PARA EL TRABAJO Y LA VIDA PERSONAL
La comodidad de tener un solo dispositivo para todo, el ahorrar costes en el caso de pequeñas y medianas empresas o políticas como las del BYOD (bring your own device) en la que se pide a los trabajadores que usen sus dispositivos personales para el trabajo hacen que cada vez sea más frecuente utilizar el mismo móvil inteligente para el trabajo, la vida personal y el ocio. Algo que sin duda tiene sus ventajas pero que plantea también graves riesgos de seguridad para las empresas.
Los ataques de ciberterroristas a móviles y tablets han aumentado un 32% en este año 2016, siendo en la actualidad objetivo prioritario de crakers y diseñadores de malware, programas maliciosos que infectan los dispositivos para robar información importante sobre datos de acceso, contraseñas o claves bancarias.
Un dispositivo que contiene datos importantes para la empresa y es usado también para el ocio es especialmente vulnerable a estos ataques, ya que por regla general somos mucho menos cuidadosos con la seguridad cuando estamos usando nuestros móviles o tablets para nuestra vida privada.
EXTREMANDO LAS PRECAUCIONES DE SEGURIDAD
Los expertos en seguridad informática de los Servicios de mantenimiento informatico El prat de llobregat nos dan pistas de cuáles son las principales precauciones que se han de tomar en el caso de que el mismo dispositivo móvil se use para el trabajo y el ocio
- Proteger el dispositivo con una clave de acceso
- Instalar un antivirus y mantenerlo actualizado
- Instalar el mínimo de aplicaciones posibles, evitando todas las aplicaciones gratuitas de origen desconocido.
- No compartir contraseñas entre aplicaciones de trabajo y personales
- No usar conexiones WiFi gratuitas en cafeterías, aeropuertos, etc. Nada nos garantiza que sean seguras.