Categoría: Formación

La tormenta perfecta

A la mayoría de mis amigos músicos les ha cogido la tormenta perfecta: sin conciertos, sin festivales y con todo tipo de restricciones relacionadas con los eventos y el desplazamiento. Lo que en un principio parecía cuestión de semanas amenaza con volverse algo normal. Tal vez sea esta la ‘nueva normalidad’ de la que hablan: un mundo en el que la cultura y la música solo se pueda disfrutar desde casa y ya no en eventos públicos: sin cines, sin teatros, sin salas de conciertos.

El futuro es más que incierto, pero en mi caso personal no me puedo quejar: fue un golpe de fortuna que poco antes del inicio de la pandemia aparcase temporalmente mi carrera, dejara los proyectos en los que estaba y comenzase a cursar un Master en Songwriting. De hecho, muchos conocidos me preguntaron por el master cuando empezaron a comprobar que lo de la pandemia iba para largo. Y yo no puedo más que recomendarlo.

Pero todo depende del grado de ambición y el gusto que uno tenga por la improvisación. Y no me refiero a la improvisación musical, sino a la improvisación relacionada con la carrera profesional. El mundo del arte en general y de la música en particular parece que está vinculada a la falta de planificación. Pero a estas alturas no hace falta recordar que el talento es solo una parte de una profesión como esta… y de cualquier otra.

En el Master en Songwriting me encontré teniendo que salir obligatoriamente de mi zona de confort para aprender un montón de cosas nuevas que nunca hubiera intentando, sino fuera por haber estado aquí. Hay músicos que se centran tan solo en uno o dos instrumentos, en un par de estilos, que no entienden ni pizca de la grabación musical y que no están interesados en la industria. Pero es evidente que cuanto más conocimiento tengamos sobre todo el universo que rodea al acto creativo más posibilidades tendremos de hacer una carrera exitosa. Y más en los tiempos que corren en los que se ha puesto al negocio musical en una situación delicadísima.

TENGO UNA APRENDIZ AL VIDEOJUEGO

Me he enterado el otro día que uno de mis mejores amigos de la infancia quiere hacer una Diplomatura en Creación de Videojuegos en Madrid, era lo que le faltaba, como no está ya suficientemente viciado con el video juego como para que se pusiese a crear juegos propios. Con este amigo mío tengo una rivalidad desde siempre al videojuego pero eso es algo normal ya que los dos somos muy competitivos y no nos gusta perder nunca a nada. Hoy en día nuestra rivalidad sigue vigente pero ahora tenemos otros jugadores para nuestros torneos, aunque su participación casi siempre es testimonial porque siempre llegamos los dos a las finales de los torneos que montamos cada dos o tres meses.

Y menos mal que en su casa solamente jugamos a los juegos de fútbol que nos gustan porque si jugásemos a más juegos no nos iba a dar el tiempo para hacer otras cosas ya que el video juego te absorbe bastante tiempo sobre todo cuando te tomas unas copas mientras juegas.

 

Al principio nuestros torneos eran solo de unos pocos participantes pero hoy en día ya somos diez participantes, incluidas dos novias de participantes. Y aunque al principio ellas no sabían jugar, poco a poco han ido mejorando su juego aunque todavía les queda bastante por aprender si algún día quieren llegar a ganar el torneo. A una de las novias de los participantes le estoy echando una mano para que aprenda un poco más rápido los conceptos básicos y así esté en condiciones en poco tiempo de ganarle a su novio. Ella agradece mucho mis lecciones porque me dice que soy el único que le dice las cosas de manera que ella las puede entender muy rápido, con el resto que le dicen cosas no se entera de nada.

 

esto siempre me ha pasado, se me da bien explicar las cosas en una jerga en la que todo el mundo me pueda entender de la mejor y más sencilla manera, mucha gente cuando intenta explicar algo utiliza palabras que confunden en lugar de ayudar con la explicación que se quiere realizar.

Hacia una nueva economía 

No hay ningún momento en la historia humana en el que las “las cosas no cambien”. El cambio es consustancial al desarrollo humano. Lo que sí sucede es que en determinados periodos de la historia estos cambios se producen de forma más rápida. No cabe duda de que nuestro momento histórico está marcado por los grandes cambios. Si pensamos en tecnología, entendemos muy bien esta revolución, pero ¿qué pasa con la economía, vive también una ‘revolución’?

Seguro que muchos responderíamos a esa pregunta con un rotundo ‘no’. Pero hay que ver las cosas con una perspectiva diferente. La economía no puede cambiar a un ritmo tan rápido como lo hace la tecnología. Pero existen muchos indicadores al respecto de una fuerte evolución de la economía hacia posturas sociales.

Un master en economia social se dedica a formar a los alumnos en estas nuevas tendencias económicas. Muchos confían en que este inicio del siglo XXI esté marcando el principio del fin de la economía capitalista tal y como la hemos conocido en el siglo anterior, con sus muchas variantes. Probablemente seguiremos hablando de capitalismo, pero este no será igual al de las décadas anteriores.

Uno de los elementos más importantes de la denominada economía social hace referencia al cooperativismo. Cada día surgen nuevas iniciativas en este sentido llegando incluso a aparecer entidades bancarias basadas en el cooperativismo. Los master en economia social se ocupan  de analizar esta vertiente económica que hunde sus raíces en otros momentos de la historia humana en los que fue necesario cooperar para progresar.

De hecho, la economía social también se conoce como economía solidaria. Uno de sus principios fundamentales trata sobre la necesidad de mejorar la situación de todos los miembros de la sociedad, no solo de una clase social, no solo de la clase dirigente. Se trata no tanto de acumular capital para invertir, sino de que los beneficios de una determinada actividad económica repercutan de forma justa y equitativa entre los miembros de la sociedad. Por supuesto, estas ideas chocan con el sistema económico actual, pero tal vez dentro de varias décadas el sistema económico haya virado hacia un mayor componente social.

Buscando el mejor posicionamiento web 

Si estás acostumbrado a trabajar con internet ya habrás oído hablar de SEO y SEM. El acrónimo SEO se refiere a Search Engine Optimization y SEM a Search Engine Marketing. Desde la óptica de un neófito como yo no dejan de ser términos que suenan pero que en realidad no conozco en profundidad. Pero si vives relacionado con la red no te queda otra opción que ir aprendiendo.

Tanto el SEO como el SEM o marketing de buscadores son fundamentales para internet, sobre todo cara a la visibilidad. No importa que tengamos un blog personal que una empresa de ecommerce, todos quieren tener la mayor difusión posible. Por supuesto, las grandes empresas que trabajan en internet cuentan con equipos muy completos de especialistas en SEO y marketing en buscadores. No se pueden permitir estar más allá de la primera página de Google porque eso supone menos visitas, y menos visitas suponen menos ingresos.

Pero también los blogs o las páginas más modestas trabajan en colaboración con expertos en posicionamiento web. Un buen especialista en SEO puede potenciar tu blog para llevarlo a muchos lectores. Si, por el contrario, no prestas atención a estas cuestiones y confías en la suerte, lamentamos decirte que, en internet no existe la suerte…

Google no hace un sorteo para ver qué página coloca en primer lugar de su buscador. Tampoco piensa si este o el otro le caen mejor (esperemos que no, al menos). Google se basa en su famoso algoritmo para colocar a cada uno en su sitio. Y es labor de los especialistas en SEO descifrar ese algoritmo y adaptar la página el mismo para lograr el mejor posicionamiento posible.

Por su parte, el SEM se basa en el posicionamiento mediante métodos de pago, a través de los denominados enlaces patrocinados. Si buscamos cualquier cosa en Google, sobre todo algún producto comercial, veremos que los primeros enlaces aparecen con un aviso: “anuncio”. Además en los últimos meses Google ha introducido fotos en su Google Shopping de forma que lo primero que vemos son imágenes de enlaces patrocinados.

Así que si quieres que tu página tenga buena difusión estudia el SEO (y el SEM) o consulta a un especialista.