Hacia una nueva economía 

No hay ningún momento en la historia humana en el que las “las cosas no cambien”. El cambio es consustancial al desarrollo humano. Lo que sí sucede es que en determinados periodos de la historia estos cambios se producen de forma más rápida. No cabe duda de que nuestro momento histórico está marcado por los grandes cambios. Si pensamos en tecnología, entendemos muy bien esta revolución, pero ¿qué pasa con la economía, vive también una ‘revolución’?

Seguro que muchos responderíamos a esa pregunta con un rotundo ‘no’. Pero hay que ver las cosas con una perspectiva diferente. La economía no puede cambiar a un ritmo tan rápido como lo hace la tecnología. Pero existen muchos indicadores al respecto de una fuerte evolución de la economía hacia posturas sociales.

Un master en economia social se dedica a formar a los alumnos en estas nuevas tendencias económicas. Muchos confían en que este inicio del siglo XXI esté marcando el principio del fin de la economía capitalista tal y como la hemos conocido en el siglo anterior, con sus muchas variantes. Probablemente seguiremos hablando de capitalismo, pero este no será igual al de las décadas anteriores.

Uno de los elementos más importantes de la denominada economía social hace referencia al cooperativismo. Cada día surgen nuevas iniciativas en este sentido llegando incluso a aparecer entidades bancarias basadas en el cooperativismo. Los master en economia social se ocupan  de analizar esta vertiente económica que hunde sus raíces en otros momentos de la historia humana en los que fue necesario cooperar para progresar.

De hecho, la economía social también se conoce como economía solidaria. Uno de sus principios fundamentales trata sobre la necesidad de mejorar la situación de todos los miembros de la sociedad, no solo de una clase social, no solo de la clase dirigente. Se trata no tanto de acumular capital para invertir, sino de que los beneficios de una determinada actividad económica repercutan de forma justa y equitativa entre los miembros de la sociedad. Por supuesto, estas ideas chocan con el sistema económico actual, pero tal vez dentro de varias décadas el sistema económico haya virado hacia un mayor componente social.