Categoría: Alimentación

LLEGAN LOS POSTRES

Un día mi madre me mandó al supermercado a buscar un bote de leche condensada pero no sabía muy bien que marca tenía que comprar, me sonaba asturiana lechera pero no sabía que estaba mezclando nombres. Al final acabé comprando una leche condensada que no era la que mi madre quería para hacer sus postres, pero no le quedó más remedio que aceptarla.

 

En mi casa normalmente se usa la leche condensada para hacer el flan, que es uno de los postres que mejor les salen tanto a mi madre y a mi tía. El flan tiene siempre tanto éxito que un día le pedí a mi madre que me hiciese uno para llevar de postre para una cena de mi cumpleaños y el hermano de uno de mis amigos que también vino a la fiesta quedó prendado de él. Siempre que hacemos una cena, da igual porque sea, el hermano de mi amigo siempre me pregunta a ver si he llevado un flan. Y siempre se lleva la misma desilusión, porque se me olvida decírselo. He tenido que decirle que para la siguiente cena le prometía que no me iba a olvidar de decirle nada a mi madre.

 

Ahora que llega la navidad vamos a poder disfrutar de unos buenos postres, ya que es cuando mi madre se pasa un poco de la raya haciendo diferentes postres para llevar a las cenas de nochebuena y de fin de año, menos mal que siempre ceno en el piso de debajo de mi casa, entonces no tengo que hacer demasiados viajes para bajar todos los postres que mi madre hace. Cada uno de mi familia tiene su postre favorito, a unos les gusta el flan, que ya os comenté antes, a otros les gusta una tarta de cerveza negra que tiene buena pinta pero que nunca he probado. Pero a mi la que de verdad me gusta es la tarta de coco, es la que me llevan haciendo para mi cumpleaños desde que era niño, ahora los hijos de mis primos también se la piden a mi madre para sus cumpleaños.

3 consejos para recuperarse tras una gripe intestinal

Los virus son los causantes de la mayoría de gripes intestinales. Procesos de corta duración que pueden dar muchos problemas porque causan diarreas y fiebre. Aunque normalmente la gripe intestinal pasa en dos o en tres días, el proceso de recuperación es algo más largo porque la flora intestinal se debilita y porque la persona necesita recuperar poco a poco fuerzas para poder hacer su vida normal.

La dieta es muy importante en estos casos. Recuperar la flora intestinal, coger fuerzas con una buena alimentación e hidratarse con las claves. Estos son los tres consejos que ofrecemos para recuperarse tras una gripe intestinal.

-Consumir yogures lacteos BIO. Los yogures naturales BIO son ideales para recuperar el intestino tras una gripe intestinal. El yogur es un probiótico natural que contribuye a la salud de la flora intestinal. Esto hace que no solo ayude a regular el tránsito intestinal, sino que también refuerza el sistema inmunológico.

Es preferible tomar yogur natural, ya que el natural no contiene añadidos como los aromas o los azúcares que pueden causar problemas en un estómago o en un intestino irritado previamente. Sin embargo, es conveniente no tomar leche ya que la leche si puede causar diarreas.

-Evitar las comidas con exceso de grasa. La grasa excesiva es complicada de digerir y por eso hay que evitarla. Sobre todo, hay que evitar la grasa más pesada, como la trans de los alimentos que están precocinados o de la bollería industrial. 

Pero también hay que evitar las carnes más grasas optando por pechuga de pollo sin piel y similares, que son carnes muy ligeras. La verdura y la fruta también deben de consumirse con moderación. Los hidratos como el arroz o la patata son muy fáciles de digerir y son muy recomendables cuando se acaba de pasar por un proceso de este tipo.

-Beber mucha agua. Es cierto que mientras hay un proceso de diarrea los médicos aconsejan las bebidas isotónicas porque ayudan a recuperar muchos minerales que pueden perderse. Pero una vez que el tránsito intestinal está controlado es mejor dejar de lado estas bebidas a favor del agua, que hidrata pero sin añadir nada a mayores. 

Hay personas que tienen dificultades para beber agua, pero beben bien otros líquido. Si es el caso, escoge isotónicas son azúcar para evitar añadir calorías innecesarias o, mejor, por las infusiones son gusto a frutas que una vez frías pueden ser una bebida refrescante y de gusto atractivo.

ODISEA DE UNA VUELTA

No hace muchas semanas que hice un viaje a visitar a unos amigos que se han tenido que mudar a Vitoria, y os puedo decir que el viaje de ida me llamó mucho la atención, ya que nunca había visto los campos de castilla tan verdes. Por norma general casi siempre suelen estar bastante amarillos, no sé si por la época por la que siempre solía ir por allí o por lo que cultivan en esos campos. Pero vi muy pocos animales y no tiene sentido, porque no vi mejores pastos para las vacas en bastante tiempo.

 

La estancia allí estuvo muy bien, salvo que nos llovió un par de días y no pudimos salir por ahí a que me enseñase un poco la ciudad, pero por fortuna pudieron llevarme a ver bastante de la ciudad. Puedo decir que más o menos llegué a conocer bastante de la ciudad. Pero lo que más me gustó de mi estancia allí, aparte de poder ir a la piscina de forma gratuita, fue ir a ver el estreno de la última película de los vengadores. A los tres nos gustó mucho la película, ya que somos seguidores de esas sagas de películas y ese era el final de la historia.

 

Pero lo que menos me gustó de todo el viaje fue la vuelta a casa en tren, diez horas sentado en la misma posición no es que sea del agrado de todos, es más no se lo desearía ni a mi más encarnizado enemigo. El viaje se me hizo eterno, hasta me hicieron hacer un trasbordo. Nunca me había pasado en un viaje en tren y he de decir que me sorprendió bastante. Y una vez hecho el trasbordo, el tren se dedicó a hacer la ruta turística. En lugar de ir por el camino rápido, hizo todas las curvas que había en el recorrido, ya me estaba empezando a enfadar cuando ya me dí cuenta de que ya no faltaba mucho. Lo mejor de todo es que por lo menos el tren no llegó tarde y no nos tuvieron más tiempo del debido dentro de él.

Mi nutricionista

He perdido la cuenta de las dietas que he hecho a lo largo de mi vida. La primera fue a punto de cumplir 18 años. Tenía bastantes kilos de más y no me sentía a gusto conmigo mismo así que fui a mi médico de cabecera y le pedí ayuda. Me puso un régimen muy estricto. Yo creo que él sabía que no lo iba a llevar al pie de la letra, pero cuando volví un par de semanas más tarde y me pesé comprobamos que ya había perdido dos kilos. Fue una sensación increíble.

Hasta aquel momento mis padres habían intentado cambiar mi alimentación pero no fue posible. Solo cuando empecé a madurar un poco y me lo tomé como algo personal, no como algo impuesto desde fuera, empezó a funcionar. Recuerdo que mi médico de cabecera me “quitó” toda la comida basura y los dulces. Era lo normal, pero me dijo que otros tipos de alimentos como los derivados lácteos que apenas tomaba eran necesarios a mi edad.

Tras un año y medio perdí casi 20 kilos. Una barbaridad. Me sentí otra persona y durante varios años estuve “casi” delgado. Siempre me han sobrado algunos kilos, pero me sentía bien. Mi vida social también cambió porque me sentía más confiado. Pero después de ponerme a trabajar, me sedentaricé otra vez y volvieron los malos hábitos.

Fue un proceso gradual, poco a poco. Volví a comer dulces, comía muchos platos preparados, no tenía tiempo para hacer ejercicio y al final recuperé buena parte de lo que había perdido. Algunas buenas costumbres las mantuve, como comer mucha fruta o derivados lácteos, pero me volví a sentir gordo otra vez.

Y entonces desempolvé mi vieja dieta, la única que me sirvió, la de mi médico de cabecera. Pero ya no fue igual: no es lo mismo intentar adelgazar con 18 años que con 38. Y entonces decidí que necesitaba otra vez ayuda de un profesional y acudí a un nutricionista. Me puso una dieta diferente, adaptada a mi edad y si bien no he perdido tanto peso, vuelvo a sentirme bien y, sobre todo, a comer saludable.

El hipster de la esquina

La zona del barrio en la que vivo actualmente es como un solar. El otro día vinieron mis padres a visitarme y me dijeron “venga, vamos a tomar algo, ¿dónde hay una cafetería?”. Y yo les miré un poco avergonzado: la cafetería más cercana está como a 10 minutos. Por eso, cada vez que hay obras en uno de los bajos de los edificios de la zona, todo el mundo se pone nervioso, esperando que sea una cafetería o algo parecido… pero nunca sucede.

Lo último en abrir ha sido una tienda de productos gourmet. Menos da una piedra, ¿no? Lo lleva un hipster de esos, con su barba y todo. El chaval no parece tonto, porque ha instalado una máquina de café, aunque no suele ser habitual en los colmados, y ha puesto una par de mesas con sillas en el espacio libre de la tienda, justo al lado de la zona de lacteos y sus derivados, para que algunos clientes puedan tomar algo. Con todo, la tienda del hipster es lo más parecido que tenemos a una cafetería en bastantes metros a la redonda.

Como tenemos una edad parecida y veo que algunos intereses comunes (aunque yo no llevo barba) he hecho algo de amistad con el tendero. Es todo un personaje. Antes de montar esta tienda se dedicaba al diseño gráfico en un estudio de publicidad pero, según cuenta, discutió con el jefe y decidió establecerse por sí mismo. Pero antes, mientras tanto, abrió una tienda de productos gourmet “después de hacer un estudio de mercado en la ciudad”.

Aunque las tiendas de productos gourmet abundan en el centro, es cierto que en el extrarradio no son tan habituales por lo que puede tener sentido su “estudio de mercado”. Ahora bien, no le he preguntado por su facturación, pero la mayoría de las veces que voy a visitarlo estamos solos un buen rato, ahí al lado de la zona de lacteos y sus derivados, departiendo sobre lo divino y lo humano. Él no parece muy preocupado, de momento. Y los vecinos, por lo menos, tenemos un lugar donde tomarnos el café.

Beneficios de la leche desnatada

Una de las primeras cosas que cambiamos cuando iniciamos un régimen es la leche. Por lo general, este alimento es uno de los principales aportadores de grasas al cuerpo, además del calcio y vitaminas.

Por ende, no es difícil que tu nutricionista decida animarte a cambiar la leche entera, con más grasa, por leche desnatada. Esta última te ayudará a mantener tu figura, cuidar de las calorías que consumes, y no tiene por qué sacrificar el sabor delicioso de un vaso de leche fresca.

Además, es la mejor aliada de personas con problemas de colon irritable e hígado graso, puesto que estas personas no deben consumir grasa o deben hacerlo lo mínimo. Al tener un índice muy bajo de grasas, obtendrás menos calorías que con la leche entera, aunado a un sabor mucho más ligero.

Sin embargo, las cantidades de proteínas, azúcares (lactosa) y calcio, son las misas que posee la leche entera. Aunque parezca increíble, algunos estudios han demostrado que la leche desnatada te hace subir más de peso que la leche entera. Esto, porque la sensación de saciedad es menor, y los azúcares continúan presentes.

Si te animas con este tipo de leche, podemos decirte que la leche asturiana desnatada es de las mejores opciones existentes en el mercado, puesto que su composición apuesta por el mejor y más sano equilibrio de nutrientes.

La leche asturiana desnatada es tu mejor aliada para fortalecer tus huesos, prevenir la osteoporosis, las carias, ayudar al mejor funcionamiento de tu cerebro, dormir mejor, embellecer tu piel y es el alimento ideal para embarazadas y deportistas.

Este producto es consecuencia de la eliminación de los ácidos grasos de la leche entera, mediante un proceso llamado centrifugado, que se caracterizada por separar partes de mezclas.

Aunque los beneficios de la leche asturiana desnatada son bastante claros, hay algunos casos en que su consumo no es recomendado. Debes saber que para esto, tienes que consultar con tu médico y/o especialista, quien podría darte indicaciones al respecto. En general, es perjudicial para personas intolerantes a la lactosa, niños con edades por debajo de los cuatro años y personas que problemas intestinales.

La leche asturiana desnatada, con 0,0% de grasa y de envase rosa, es la elegida si de cuidarse se trata. Apuesta al sabor, lo saludable, los aportes para la salud y sobretodo el cuidado de la figura.

SOMOS CONEJILLOS DE INDIAS

Hasta no hace mucho no había gente intolerante a la lactosa, y si había no se conocía todavía, pero hoy en día hay mucha gente que no puede tomar leche o sus derivados, que son la fuente de calcio que más usamos todos para conseguir el calcio que nos hace falta para nuestros huesos. Pero para los intolerantes a la lactosa que no pueden tomar productos lácteos existen pastillas de calcio sin lactosa a la venta para que puedan así suplir la falta de calcio. Hasta hace poco ni sabía que existían esas pastillas, pero no me parece tan raro ya que ahora hay pastillas de casi todo lo que nos podamos imaginar. Supongo que hay gente que toma esa clase de pastillas por necesidad, pero por mi parte que se vayan despidiendo como cliente, no creo que nunca vaya a tomar ninguna de esas pastillas ya sean de calcio o de cualquier otra cosa que se inventen los que las hacen.

 

Y no solo es que haya ahora intolerantes a la lactosa, hay muchas enfermedades que cuando éramos jóvenes no existían, ¿que es lo que está pasando? Comprendo que la medicina avanza a pasos agigantados y que se descubren muchas cosas que antes se desconocían, pero también he escuchado teorías un poco paranoicas que dicen que desde aviones nos rocían productos para que la gente enferme con más facilidad y aún por encima enferme de enfermedades muy graves que su cura o es muy complicada o no existe. Estas teorías me parecen un poco descabelladas pero como los que me las cuentan parecen estar tan convencidos y me las han contado tantas veces que ya no lo veo tan extraño. Aunque creo firmemente que las industrias farmaceuticas trabajan al mismo tiempo tanto para crear medicamentos como para crear enfermedades, y al final tienen que crear un  medicamento para las propias enfermedades que ellos mismos han creado. La industria farmacéutica es peor que una mafia, o más bien es una mafia, están jugando con la salud de todos nosotros, espero que sepan lo que están haciendo y no les explote en la cara.

Hay que cuidarse

Llega un momento en la vida, puede que sea antes o después, que oyes de boca de un médico la frase: “hay que cuidarse”. Se supone que te dicen eso porque uno no se ha cuidado lo suficiente. A mi padre le dijeron algo así hace un tiempo. Le diagnosticaron hipertensión lo que lleva aparejado, entre otras cosas, empezar a comer con poca sal. Y si es sin nada de sal, mejor todavía.

Cuando le dijeron eso a mi padre, yo pensé: ¿cómo sería mi vida sin sal? Muy aburrida, ¿no? pero a la vez me di cuenta de que yo también había cometido algunos errores en mi alimentación desde tiempos remotos. El exceso de sal en la comida es una de las consecuencias de tomar un exceso de productos procesados y precocinados. Y es que la sal también ‘engancha’ y es por eso que desde diferentes instituciones que velan por la mejora en la alimentación infantil se trata de evitar que los niños se ‘enganchen’ a la sal, que asuman patrones alimenticios más saludables desde el principio para que luego no tengan que escuchar de boca de un médico “hay que cuidarse”, porque ya lo han hecho…

Ahora a mi padre le toca cuidarse y cuando va al supermercado mira la etiqueta de todos los productos: quesos bajos en sal… al carrito. Por suerte, buena parte de la industria alimentaria es consciente de que las costumbres están cambiando y de que cada vez son más las personas que se toman muy en serio su alimentación para llevar una vida más sana. Por eso, tratan de dar un aspecto más saludable a sus productos. A veces, esto se queda en una mera estrategia de marketing y otras, sin embargo, sí supone un avance hacia productos más sanos.

Comer sin sal no es el fin del mundo (aunque a mí me lo pueda parecer). Como todo, es acostumbrarse. Mi padre se lo ha tomado muy en serio y no solo comprando alimentos como los quesos bajos en sal que tanto le gustan, sino cocinando de otra manera. Y como reza el dicho “cuando veas las barbas de tu vecino pelar…”, mi madre ha aprovechado la coyuntura para ponerse ella también a comer bajo en sal…

Las cinco cosas que no puedes olvidar para una celebración especial

1) comprar jamón iberico. La comida es muy importante en cualquier celebración y debe de ser de calidad. El jamón ibérico es un detalle que sin duda marca la diferencia y que no puede faltar en el menú, ya sea formando parte de algún plato o en los aperitivos para poder ser saboreado como se merece.

Un producto de la tierra que gusta prácticamente a todo el mundo y que queda bien con cualquier carta que se haya escogido.

2) Un buen vino. Vivimos en un país en el que hay una gran cantidad de caldos con denominación de origen y con precios muy diversos. Hay vinos muy buenos a precios muy competitivos, por lo que es difícil entender que se pueda realizar una celebración especial sin tener en cuenta este detalle.

Lo mejor, para acertar siempre, es optar por un blanco, un tinto y una variedad de vino espumoso para los postres. De este modo estarán cubiertas todas las necesidades.

3) Elegir una buena música. Tanto la música que suena de fondo durante una celebración como la que puede sonar al final si hay espacio para el baile son importantes. Debe de ser música variada y a ser posible interpretada en directo, pero si esto se aleja demasiado del presupuesto siempre es preferible usar música grabada a recurrir a un grupo de mala calidad.

Si se busca una buena interpretación de música clásica a un precio no demasiado elevado se puede recurrir a estudiantes de conservatorio que al no ser profesionales cobran honorarios más bajos pero pueden ofrecer música de calidad bien interpretada.

4) Invitaciones con petición. En algunas celebraciones se busca cuidar hasta el mínimo detalle. Por eso se han creado las invitaciones con petición, es decir, las tarjetas de invitación en las que se especifica cómo se desea que los invitados acudan vestidos o cualquier otro requisito que se considere pertinente.

Por ejemplo, en las fiestas temáticas ibicencas suele pedirse que todos los invitados acudan vestidos de blanco.

5) Animadores. Si se trata de una fiesta que se quiere que sea todo un éxito no se puede dejar nada al azar. Los animadores se encargarán de que la fiesta no decaiga y de que tenga su apogeo justo cuando debe de ser.

También hay animadores infantiles que se encargan de entretener a los más pequeños mientras los padres disfrutan del evento.

Celiaquía, intolerancia a la lactosa, fibromialgia ,¿tienen una causa común?

Cada vez más  personas son diagnosticadas con intolerancias o alergias a alimentos o a grupos de alimentos: intolerancia al gluten (celiaquía), intolerancia a la lactosa, intolerancia al azúcar de la fruta (fructosa), alergias al huevo, a los frutos secos, al sorbitol…  Con frecuencia quienes tienen este tipo de  problemas combinan dos o más alergias, presentando a la vez alergia a la proteína de trigo y a los lácteos, intolerancia a las nueces y al huevo, etc.

También los casos de fibromialgia aumentan cada año: un síndrome asociado inicialmente a la depresión que sin embargo parece tener un origen físico, el mismo que el de las intolerancias alimentarias.

Esto es lo que defiende el doctor José Rodríguez Moyano, especialista en fibromialgia que cuenta con más de 15 años de experiencia clínica y que en 2005 publicó los resultados de un estudio clínico sobre fibromialgia e intolerancias alimentarias en la revista especializada Medicina Biológica. Según el Dr Rodríguez Moyano, el 80% de todos los casos de fibromialgia o fatiga crónica son causados por una patología relacionada con las alergias alimentarias o por el virus Epstein Bar.  En ambos casos se produce una inflamación crónica generalizada en todo el organismo que si permanece sin diagnosticar o sin recibir el tratamiento adecuado, derivan en los síntomas que forman el síndrome de la fibromialgia: cansancio extremo, dolores inaguantables, rigidez en las articulaciones, cefaleas o migrañas,  sensibilidad aumentada al ruído, calambres, depresión.

La Sociedad Andaluza para el Estudio de las Enfermedades por Alimentos (SAEIA) promueve desde hace más de diez años investigaciones sobre el vínculo entre las  intolerancias alimentarias y la fibromialgia. Uno de sus estudios encontró un vínculo especialmente significativo entre la intolerancia a la lactosa no tratada y la aparición de síntomas de fibromialgia.

Se calcula que de estas intolerancias a la lactosa, al menos un 24% son intolerancias secundarias,  causadas en primer lugar por una intolerancia al gluten. Algo que concuerda con las molestias que causa la leche para celíacos y que puede abrir nuevas vías de prevención y tratamiento reduciendo los costes personal, farmacéutico y sanitario causados por estas enfermedades.